¿Cuál es el secreto de hacer reír al público?
Decía el genial actor Charles Chaplin, creador del más popular personaje de la comedia cinematográfica: Todo mi secreto es haber estado con los ojos bien abiertos. Y con el espíritu atento a los incidentes factibles de ser utilizados en mis filmes. He estudiado al hombre, porque sin conocerlo no hubiera podido hacer mi oficio. En el fondo de todo éxito no hay más que un conocimiento de la naturaleza humana.
El humor está en todos nosotros. Convivimos con él en todas las circunstancias de la vida. Ahora bien, saber señalarlo y llevarlo a una imagen artística, es tarea que requiere de una sensibilidad, un propio punto de vista, y saber algunas verdades del carácter del ser humano.
El humor gráfico no sólo contempla la caricatura y el dibujo, sino que también toma en cuenta a la fotografía humorística, y a mi me motiva su realización, por su mirada aguda y chispeante sonrisa.
Lo fundamental en este tipo de fotografía es que el humor salte a la vista, sin necesidad de texto, de forma tal que se establezca una total complicidad entre el fotógrafo y el espectador. No importa que sea una instantánea callejera, una foto de estudio con actores o cosas, o un fotomontaje. El resultado es lo que importa.
Desde luego que es muy emocionante convertirse en un cazador de imágenes en la calle, al estilo del excelente fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson, cuya obra, según los críticos, ha reflejado la poesía de lo concreto, al fijarse en la gente común. Por supuesto, esta tarea, aunque apasionante, no es fácil. Muchas veces interviene el azar, pero en la mayoría de las ocasiones, para lograrla, el fotógrafo tiene que invertir mucho tiempo, caminar bastante, y agudizar su poder de observación, o sea estar a la viva. No podemos dejar de mencionar que el fotógrafo en cuestión debe estar armado de eso que se llama sentido del humor, esa capacidad que nos permite descubrir el elemento cómico, donde quiera que esté.
Debemos recordar aquí que el humor se produce cuando hay una alteración de valores.
La fotografía humorística se convierte así en una magnífica fuente de comunicación, en una vía para subrayar un fenómeno, donde pueden estar presentes lo insólito, lo absurdo, lo anacrónico, lo ridículo, lo exagerado, el contraste, el doble sentido, la reacción inesperada, la sorpresa, el exhibicionismo, los gestos, el desequilibrio, etc.
Una buena foto humorística nos hará reír y también reflexionar. Y la risa, fuerte o muda, abierta u oculta surge inevitablemente si el humor ha llegado, y nos ratifica que todo es posible.Pero, ¿en qué ocasiones nos reímos?
La incongruencia y la sorpresa son las principales causantes de la comicidad, señaladas por los teóricos. Nos reímos precisamente cuando percibimos incongruencias inesperadas.
Cuando mediante la sonda del humor penetramos en la realidad, y descubrimosgrietas y dobleces, donde se supone sólo hay fuerza y dureza, ratificamos el papel de destructor de estereotipos, y de estimulador del raciocinio, que caracteriza al humor.
La fotografía es el arte de captar la revelación humana, en el momento preciso. Y una foto es generalmente buena si ella brota del corazón, o si comunica una experiencia, un estado de ánimo, un sentimiento o una idea.
Lograr una foto humorística o satírica, de una forma original y con fuerza propia, puede convertirse en un reto del fotógrafo que desea señalar aspectos de la realidad, con un alto nivel de identificación y comunicación.
Agradezco muy sinceramente Museo de Humor Gráfico Diógenes Taborda, a la Fundación Cultural Volpe Stessens y a Jorge, su director, esta oportunidad de mostrar mis fotos en vuestra sede. Para mi esta posibilidad es una alegría y una honra extraordinarias. Deseo aportar un elemento nuevo y original a este certamen y espero que los visitantes disfruten con estas imágenes. Muchas gracias.